¿Debo tener algo en cuenta cuando manejo bombonas de CO2 comprimido?
Hay que tener en cuenta dos aspectos:
1) Bombona: las bombonas recargables tienen impreso el sello de la Inspección Técnica Alemana (TÜV, por sus siglas en alemán). Esta inspección debe renovarse cada 10 años, y en ella se revisan los fondos de las bombonas por una parte, y por otra, las juntas y las roscas de las válvulas.
2) El dióxido de carbono:
El dióxido de carbono puede ser nocivo dependiendo de su concentración en el aire. Con una concentración de dióxido de carbono del 3-5 % aumentan las frecuencias respiratoria y cardíaca. Otros síntomas son dolores de cabeza, malestar y zumbidos en los oídos. Estos síntomas empeoran con concentraciones de dióxido de carbono del 8-10 % y superiores. Las consecuencias pueden ser espasmos, desmayos, parada respiratoria y la muerte por asfixia.
Una bombona de 500 g contiene 500 g de CO2. Esto equivale a 11,36 moles (unidad de cantidad de materia usada en la Química). Bajo condiciones normales (273,15 K, 101325 Pa), un mol de una sustancia gaseosa tiene un volumen de 22,414 l. De esto se deduce que 500 g de CO2 tienen un volumen de 254,7 l. El CO2 es más pesado que el aire y se acumula en el fondo. En una habitación de 20 m² equivale esto a una altura de CO2 en la habitación de 12,735 mm = 1,27 cm. Si se mezcla completamente con el aire en una habitación de 20 m² y 2,5 m de altura (volumen de 50 000 l), esto equivale a una concentración máxima de gas del 0,5% del volumen, lo cual es muy inferior al volumen que causaría un efecto nocivo.