Mientras Heiko Blessin, biólogo marino de JBL, leía la edición de marzo de la revista de buceo «Unterwasser» («Bajo el agua», solo disponible en alemán), se topó con un artículo que carecía de todo fundamento real. Llamó al redactor de la revista y obtuvo la oportunidad de publicar en la edición actual (05/2017) la siguiente crítica (al mismo tiempo, la revista de buceo solicitó otro artículo sobre la acuariofilia marina):
«La bióloga Monica Biondo escribe de forma exageradamente teatral sobre la situación catastrófica de los peces de arrecife que, debido a la creciente afición a la acuariofilia marina, son capturados en su hábitat natural, y de los cuales muere supuestamente el 80 % antes de ir a para a los acuarios. Con ello se pronuncia en la misma línea de los activistas ecologistas de PETA, quien presentó al gobierno alemán unas cifras similares para conseguir suspender la importación de animales exóticos (incluidos los peces marinos).
Yo he podido desmentir estas cifras imaginarias de forma fidedigna y segura reuniéndome con ecologistas, defensores de los derechos de los animales y representantes del gobierno alemán. Los datos facilitados por los importadores alemanes de peces marinos prueban una tasa de pérdidas durante el transporte del 1,5-3,0 %. El estudio del año 2003 que M. Biondo menciona ya no es actual, pero coincide con su ideología.
La captura de peces marinos incluso fomenta la protección de los arrecifes en los lugares de origen de estos animales y, del mismo modo que los avistamientos de cetáceos, proporciona a los nativos una fuente de ingresos, ya que la captura de los peces con dinamita no solo mata a los peces comestibles, sino a todos los peces e invertebrados. Los pescadores de peces para acuarios evitan a menudo con gran eficacia la pesca con dinamita de sus paisanos.
El comercio con peces marinos no está en auge, sino que está estancado desde hace muchos años (fuente: cifras anuales de la IVH, «Industrieverband Heimtierbedarf e. V.», Asociación Industrial de Artículos para el Animal de Compañía). En general, la acuariofilia marina ha cambiado favorablemente: gracias a una luz similar a la del sol, una tecnología perfecta y unos productos profesionales para el cuidado, hoy en día no solo podemos mantener corales y peces durante años, sino que también los podemos criar con tanto éxito que muchos acuaristas regalan sus esquejes de coral o crías de peces payaso.
El cardenal de Banggai, que según Monica Biondo está extremadamente amenazado, es tan fácil de criar que aquí apenas llegan del sureste asiático peces capturados, sino principalmente peces de criadero. EFS, la mayor empresa alemana importadora de peces ornamentales, importa únicamente peces de criadero de Indonesia (apenas más caros que los peces capturados en el mar). Esto explica también por qué Indonesia no ha presentado ninguna solicitud para proteger esta especie de pez en la Conferencia de Protección de Especies CITES. La única situación realmente preocupante es que, a día de hoy, el cardenal de Banggai no solo se encuentra en su lugar de origen sino en otros lugares como, p. ej., el Estrecho de Lembeh, donde no debería hallarse. ¡Hay demasiados ejemplares! Pero las noticias alarmistas sobre la extinción elevan los índices de audiencia, y no solo en televisión. Queridos submarinistas: mantened una actitud crítica y cuestionad cualquier información. ¡Jamás se ha extinguido ninguna especie animal por tener mascotas! ¡Ningún defensor de los derechos de los animales del mundo ha podido refutar hasta ahora esta afirmación! Podéis seguir manteniendo vuestros acuarios marinos con la conciencia tranquila sin tener que venderlos en eBay. Por desgracia, el enemigo número uno de los arrecifes sigue siendo la contaminación del medio ambiente».