Una de las ventajas del filtro externo JBL CristalProfi es su estructura interna con prefiltros situados arriba, a los que se puede acceder fácilmente para limpiarlos de forma rápida y sencilla.
Los prefiltros cumplen la función de limpiar la suciedad gruesa succionada por el filtro de modo que no obstruya el material filtrante que le sigue. Pero como la suciedad gruesa puede llegar a obstruir rápidamente los prefiltros en condiciones desfavorables, se ha construido esta cesta del filtro. En lugar de 2 esteras prefiltrantes externas más pequeñas, contiene una estera prefiltrante grande y continua con al menos el doble de superficie que sus predecesoras.
De este modo, el prefiltro no se obstruye tan rápidamente, manteniéndose así el elevado caudal del filtro externo.
Limpieza de plásticos:
Durante muchos meses basta con tan solo enjuagar las esponjas filtrantes sucias con agua corriente tibia y aplicarles a continuación bacterias filtrantes (JBL FilterStart) antes de volver a usarlas. No obstante, dado que la limpieza mecánica NUNCA es una limpieza absoluta y aún quedan restos de suciedad en la esponja filtrante, es recomendable recambiar las esponjas filtrantes cada 6 meses más o menos.
Aplicar bacterias purificadoras al material filtrante:
La primera colonización de las bacterias purificadoras en el material filtrante dura en agua dulce de 1 a 2 semanas, y en agua salada, el doble. Si el material filtrante ya se ha estado usando, el tiempo requerido para una «recolonización» se duplica, ya que no resulta fácil recolonizar sobre un cultivo bacteriano muerto. Añadir bacterias purificadoras concentradas como JBL FilterStart reduce el tiempo de ciclado biológico a unas 24 h.
Otro motivo reside en ocupar el espacio de colonización existente en el material filtrante con las bacterias beneficiosas, de modo que los gérmenes patógenos no tengan sitio para proliferar. Esto ya ha sido demostrado científicamente.